martes, 29 de agosto de 2017

Causas de la desintegración familiar


La desintegración familiar proviene de muchos factores; la misma pobreza hace que los padres tal vez emigren a otros países después de tanto tiempo puede que los padres; tanto el padre como la madre engañan a su pareja y a la vez engañando parte de una familia.

Algunos jóvenes pasan horas viendo televisión o sentados a una computadora, cada uno de estos jóvenes carecen de una comunicación fija con sus padres y a veces algunos padres no se preocupan por sus hijos ni se dan cuenta de los problemas que lleva su hijo en su vida personal.

Por esta misma causa los jóvenes buscan lo que no deben de buscar.
Existen familias que abusan física y emocional; y muchas veces lo que ocurre es el abuso sexualmente en los jóvenes. También la desintegración familiar puede ser por causas como ser económicas, sociales, e inmorales entre ellas están el robo, abuso sexual, y embarazos en adolescentes por falta de orientación de tipo familiar, sexual...


Las jóvenes son rechazadas por su familia por estar embarazadas a corta edad y; otra de las causas es también el consumo drogas. Y algunas causas económicas tales como el desempleo que es causal de la pobreza.

También la desintegración familiar ocurre por fracasos escolares que afectan al centro educativo por el bajo rendimiento académico de los estudiantes.

Por estas y otras causas la familia necesita fomentar los valores que hace y permite la convivencia social que necesitan los valores tales como el respeto, amor, comprensión, justicia, equidad, entre otros.

La incomunicación, es otro factor importante, se da porque no se reúne las condiciones de respeto auténtico y madurez básica de ambos conyugues. En este caso el dialogo difícilmente florecerá en una unión profunda.

En la sociedad moderna se escasean las ocasiones adecuadas para la conversación. El diálogo no sólo debe darse como individuos aislados que intercambien sus pensamientos, sentimientos y soluciones, sino como representantes esenciales de una comunidad o institución social. El diálogo tiene por finalidad hacer consiente a los esposos de la situación real de su familia, dentro del marco social al que pertenecen, analizada alternadamente de acuerdo a la captación de cada uno.

Cuando se da la incomunicación, los individuos viven bajo un mismo hogar, pero no son participes de los problemas que existen en la familia, cada uno vive su vida.

¿Cuál es el origen de esta problemática? Quizás la inmadurez de los jóvenes ante el matrimonio casarse a temprana edad si estar conscientes de lo que significa una familia no solo es crearla si no ayudar a que cada miembro que lo integra se sienta parte de ella con su participación y sentirse valorado por los demás.

Cuando en una familia no existe una buena comunicación esto afecta directamente a los hijos ya que buscan la atención que no tienen fuera de casa se refugian en amistades malas los cuales los llevan a refugiarse en él la drogadicción y el alcohol que dejen de estudiar para trabajar y así no poder obedecer a los papas por que se van de la casa queriendo ser liberales mas no independientes a lo largo de su camino fuera del núcleo familiar muchas personas pasan por muchas circunstancias los cuáles los hace que sean personas malas frías sin sentimientos el cual vuelven a transmitir con sus hijos este problema no tiene un final feliz pues siempre empieza una nueva.

La infidelidad conyugal es una de las causas más frecuentes de divorcio, dicho fenómeno es común en todo el mundo. Tanto el hombre como la mujer, pueden volver a iniciar un nuevo hogar, cuantas veces lo deseen. En este aspecto en su mayoría la mujer divorciada tiene la necesidad de trabajar para el sustento económico de ella y de sus hijos, ya que el hombre muchas veces evade su responsabilidad hacia ellos.

La infidelidad se refiere, popularmente, a las relaciones amorosas, a corto o largo plazo, establecidas con personas distintas del vínculo oficial que a menudo se mantienen en secreto por considerarse como una amenaza a la institución familiar. Por consiguiente, puede significar la carencia de lealtad o quebrantamiento de la misma hacia cualquier compromiso moral como la religión, la amistad, el matrimonio (situación que se conoce como adulterio) o cualquier otra relación amorosa o erótica.

Entre las principales causas que evitan el rompimiento, además de los fuertes vínculos afectivos, se encuentran el temor a la soledad, evitar un daño al otro, no involucrar en conflictos a los hijos y no modificar la calidad de vida. 

A menudo uno de los síntomas asociados a la infidelidad son los celos, si existe la presencia de una infidelidad real, éstos son parte de los síntomas asociados y tienen una cualidad «objetiva»; si por el contrario, no existe una infidelidad, consisten en una celopatía. 10 Sobre esto, el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales de la APA señala que aunque pueden existir evidencias para sospechar que la pareja es infiel, también dichas conjeturas pueden ser de carácter imaginario, provocando en los sujetos celos infundados e incluso delirantes. Estos celos aparecen sin motivo y conllevan a acusaciones y conductas encaminadas a coartar la libertad de la pareja, 11 búsqueda afanosa de indicios que comprueben la sospecha, preguntas asediantes, interpretaciones erróneas y recuerdos falsos. 

El psicólogo estadounidense Aaron T. Beck señaló que la infidelidad conyugal, a pesar de ser bastante común, causa un efecto tan traumático en el consorte ofendido debido al significado simbólico de la «aventura». Esto debido al pensamiento polar de todo-o-nada, en donde se concluye que una pareja es totalmente fiel o totalmente infiel sin cabida a puntos intermedios. También destacó que es común una visión negativa de la infidelidad, pues suele ser equiparada con palabras descriptivas como: traición, engaño, perfidia; lo que genera una «percepción catastrófica» de ocurrir. Además, expuso que un efecto frecuente tras descubrir una infidelidad es la devaluación no de la pareja sino de la propia persona, manifestando dudas sobre el atractivo y la suficiencia mediante pensamientos automáticos como «fracasé», «no sirvo para nada», «nadie me necesita», etc. Por otra parte, afirmó que la infidelidad no necesariamente es la causa de debilitamiento de una relación, sino que incluso puede ser el síntoma de una relación ya vacilante. Finalmente, él apuntó que, como muchos otros trastornos emocionales, los síntomas asociados a la infidelidad son tratados con el replanteamiento de los significados personales mediante el trabajo en terapia. 

El también psicólogo estadounidense Albert Ellis opinó que la infidelidad generalmente no «destruye» un matrimonio y que es un motivo exagerado para terminar una relación. Para él, el sexo extramarital sólo es dañino cuando a las personas involucradas realmente no les gusta convivir. Es decir, la perspectiva de la TREC sobre la infidelidad es que ésta sólo es conflictiva cuando va acompañada de creencias irracionales que desencadenan emociones inapropiadas. Bajo el modelo A-B-C, el descubrimiento de la infidelidad sería el activante, el enojo y la tristeza serían la consecuencia indeseable, en medio de estas dos habría un sistema de creencias racionales (por ejemplo: «no es grato que mi pareja haya tenido relaciones sexuales con otra persona»), pero sobre todo ideas irracionales como: «esto no puede estar pasando», «es horrible», «no puedo lidiar con esto», «soy indigno de ser amado», etc. También se presentarían exigencias absolutistas de ser amado y aprobado (por todos y en todo momento).


De igual manera, la conmoción generada por el proceso vendría a distorsionar la percepción; así, por ejemplo se vería a la pareja como un completo desconocido y se sesgaría u omitiría los momentos agradables con la pareja. De este modo, la persona iría creando conclusiones rápidas y precipitadas que lo llevarían incluso a un estado depresivo y auto-derrotista. 

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