En la actualidad, un tema que ha entrado
en controversia es el bombardeo a los artistas urbanos que, en sus canciones,
promueven conductas desviadas como: drogadicción, sexo desenfrenado,
articulación de malas palabras, delincuencia, corrupción y muchas otras más.
Ahora bien, basándome en esta situación, me formulo las siguientes preguntas a
reflexionar:
¿Cuando no había dembow ni reggaeton, no
existían tales problemas?
¿Los adolescentes delinquen porque
escuchan esa música o por no recibir la educación debida?
¿Los problemas en los que la sociedad está
sumergida, existieron después de la música urbana?
¿Quiénes son los culpables, el gobierno por no prohibir ese tipo de música, los cantantes por groseros en las canciones o los padres por no educar bien a sus hijos?
¿Y los jóvenes que van por el buen camino,
viven en una burbuja en la que no se escucha nada de eso o viven fuera de este
planeta?
Desde mi perspectiva, estoy segura de que si se educa en valores no hay que buscar culpables de que nuestros adolescentes no andan por buen camino. Prohibiendo a los artistas locales que no compongan canciones obscenas no se resuelve el problema, este tipo de canciones y artistas están a nivel mundial y todo mundo tiene acceso al internet, donde la globalización nos ha permitido tener experiencias interculturales e incluso, adoptar otras culturas.
Nuestros jóvenes no están exentos de esa
música. Hagamos énfasis en educarlos bien y ellos mismos rechazarán todo eso.
Esos problemas han existido en toda la historia, con música y sin música. ¿Ahora vamos a decir que si son delincuentes es por el género urbano? ¿Dónde están los padres de esos muchachos de la calle? ¿Tuvieron los recursos para ir a una escuela dignamente? ¿Son ricos de cuna que decidieron robar y matar porque les dijo una canción y les parece divertido?
¡No! Detrás de cada delincuente hay
pobreza extrema y carencia de afecto familiar, de educación, de empleo, de un
ejemplo a seguir, y lo más importante, de DIOS.
Los jóvenes que sí tienen buenos
objetivos, admirables, trabajadores y exitosos, TAMBIÉN ESCUCHAN MÚSICA URBANA.
Los problemas de la sociedad no existen después del reggaeton y el dembow, al contrario, estos últimos existen por las condiciones de la sociedad, donde la inspiración es el ambiente y se expresa en canciones lo que se está viviendo.
No apoyar ese tipo de canciones es algo bueno, pero hay que destacar que no
son responsables de nuestro mal social, ya que, si lo entendemos así y, atribuimos
los males a ese tipo de acciones sociales, se percibiría como el desvío de
un deber que nos corresponde como padres, los convierte en ocasiones en el
chivo expiatorio que utiliza la sociedad adulta para evadir su responsabilidad
ante una incapacidad educativa.
El peso específico que adquiere el medio ambiente en que crece el niño/a es
definitivamente determinante para la generación de ciertos comportamientos.